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Disparo

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Día 1. Toma 1 Miro a mi derecha  y veo avanzar un arma oscura a la altura de mi hombro,   se adelanta sobre mí. El arma es sostenida en tu mano derecha, veo tú brazo estirarse apoyándose en mí, tieso y firme, apuntando hacia adelante. Ahora sé que me tienes contra tu pecho, un poco hacia la izquierda. Tu brazo izquierdo me sostiene a la altura del hombro y apoyas la palma abierta de tu mano sobre la mitad de mi pecho. Miro hacia adelante, un terreno barroso, lodoso, húmedo, encharcado se extiende, una especie de claro entre árboles y arbustos. Más allá un grupo de hombres, vestidos uniformemente de un verde desgastado, se agrupan, mientras charlan, se empujan chistosamente, hablan y fuman. Detrás de ellos hay construcciones precarias y más allá arbustos que se convierten en un bosque cerrado que se eleva, de un verde opaco, por el cielo nublado. Sigues apuntando hacia adelante con el brazo extendido. Siento que el peso sobre mi hombro se aliviana un poco. Un estruendo de trueno m

100 Pasos. The Book Of The River Of Dreams (Fragmento)

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  Hicimos un pacto: Recorrer el río de los sueños hasta el mar. Nuestra energía junta es la que nos hace sentir de esta manera, es como estar drogado: Dopamina, serotonina, oxitocina, adrenalina… Es la pista que debemos seguir para caminar el uno hacia el otro. Los olores, los aromas, los perfumes. No dejes que tu olfato se pierda. No te duermas aún, voy a tener que besarte hasta que despiertes. Tenemos que hacer el lazo que nos une. Vuelve a la consciencia con los ojos cerrados. Recuerda cómo se siente. Sonríe así. No desesperes, no te angusties. Déjalo bajar y subir. Quémalo. Mientras sueñas los caminos posibles, se queman las expectativas de todas las vidas. Al despertar será un recuerdo. Fue posible. Cabeza contra cabeza recordaremos nuestros sueños juntos como si fueran memorias de cientos de vidas vividas. Tomemos té. Tú, la cama, el día, el piso húmedo que se extiende, el patio, el sonido lejano de risas, tu satisfacción, estirándote y girando sabiendo que no tienes que levantar

La Soñadora y El corredor - El Libro del Río de los Sueños (Fragmento)

Capítulo 5   Imaginación  - El Libro del Río de los Sueños "Ahora sus labios en los míos se sienten a despedidas que no terminan de pasar. Quizás tome revancha sobre mi y no lo culpo. “ Do me …” repite. Lucha en su mente, en la mía, en la cama, en el sueño lúcido, lucha y se retuerce y lucha contra retorcerse, gira y se revuelve. Duerme y despierta en mi sueño mientras duerme en el suyo. Soy yo quien gira intentado darle la espalda, me voltea, respira agitado, sus labios quieren besar esos labios y mi boca encuentra siempre besos repletos de nada. Sábanas, almohadas, colchas, día, noche, luz de noche, oscuridad en el día. Acá y allá. Duermes mientras sueño lucidamente. ¿Quién dice eso? Despiertas, te bañas y el agua que golpea tu frente se entrelaza en tu cabello y se desliza por la espalda y baja, como el pacer baja, como una caricia de agua que despierta al día y quiere retomar el sueño de anoche. ¿Are you awake?" ____________________________________________________________

Onironautas

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  Tener un sueño lúcido, comenzó como un experimento hace más de dos décadas, incluso hubo ficciones que relataban las experiencias de los soñadores lucidos. Muchos quisimos experimentar si era posible o era una alucinación como las provocadas por las drogas o un estado alterado de la conciencia o simple imaginación. Algunos aseguran que son exploraciones del subconsciente, viajes astrales, visiones de otra vida… La psiquiatría tiene un largo historial de casos de alucinación por enfermedades psicológicas no relacionadas directamente con lesiones en el cerebro, esas alucinaciones están relacionadas con una alteración de la percepción de la realidad, de todos modos la lógica onírica es una especie de alteración de la percepción que solemos tener de nuestra propia realidad. En el borde entre lo físico y lo intangible de la consciencia parece haber una cisura donde los sueños lucidos son posibles de experimentar. Las personas que quieren tener sueños lucidos se llaman onironautas, n

Trasnoche

 Es, acaso tu voz la que en mis sueños escucho? Cuántas horas pasaron, Cuántos tiempos desde que dijimos: esto es eterno. Vuelves a torturar mis pensamientos divertido te conozco y me conoces Juegas en lo desconocido Supieras tú, habríamos sido.

"La literatura no es otra cosa que un sueño dirigido." - Jorge Luis Borges

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El amenazado Jorge Luis Borges y María Kodama E s el amor. Tendré que ocultarme o que huir.  Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.  L a hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.  ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,  la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?  Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.   Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se  levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.  Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.  Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. 

Me tiene triste

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La primavera no termina de llegar y la cuarentena no termina de acabarse. Buenos Aires, humedad, algo de calor, lluvia y después frio. Días oscuros de agosto. Las únicas flores son las de los cerezos de un Jardín Japonés que no puedo visitar. Mi mente baja y mi presión cree subir. Fumo de más, tomo de más y ya no encuentro nada interesante para ver. Sigo soñando con la lejana imagen irreal, a veces me siento menos sola por las noches y escucho un susurro grave que se mezcla con los zumbidos de mi tinnitus causada por mis cervicales envejecidas prematuramente. Aquí no quedó ni Dios. No tengo a quien rezarle. Debería al menos tener una mascota a quien sonreírle ternuritas. A pesar de las décadas de soledad esta cuarentena hace estragos y maravillas con mi ánimo. Aún hay más silencio por la noche. Prefiero una noche oscura a un día gris, el orden al desorden… pero cierto caos de objetos abandonados al azar se parecen más a vida vivida. Acomodo para no sentir que el caos me distra