100 Pasos. The Book Of The River Of Dreams (Fragmento)

 

River of Dreams

Hicimos un pacto: Recorrer el río de los sueños hasta el mar.

Nuestra energía junta es la que nos hace sentir de esta manera, es como estar drogado: Dopamina, serotonina, oxitocina, adrenalina…

Es la pista que debemos seguir para caminar el uno hacia el otro. Los olores, los aromas, los perfumes. No dejes que tu olfato se pierda.

No te duermas aún, voy a tener que besarte hasta que despiertes. Tenemos que hacer el lazo que nos une. Vuelve a la consciencia con los ojos cerrados. Recuerda cómo se siente. Sonríe así. No desesperes, no te angusties. Déjalo bajar y subir. Quémalo.

Mientras sueñas los caminos posibles, se queman las expectativas de todas las vidas. Al despertar será un recuerdo. Fue posible. Cabeza contra cabeza recordaremos nuestros sueños juntos como si fueran memorias de cientos de vidas vividas. Tomemos té.

Tú, la cama, el día, el piso húmedo que se extiende, el patio, el sonido lejano de risas, tu satisfacción, estirándote y girando sabiendo que no tienes que levantarte aún y que con eso te alcanza.

Una mecedora y una canción que habla de flores, una melodía que recuerdas pero no conoces está siendo susurrada a lo que yace dormido sobre mi pecho. Escuchas, despiertas, te duermes, sonríes. Esto también va a quemarse.

Alguien te dice que ahora tienes que elegir entre dos opciones: O te quedas con tus deseos para esta vida o caminas hacia mí. En tu mente es un camino o un abismo. La idea tiene que asentarse. Nadie va a decirte que es mejor. No puedes sentarte con lápiz y papel, ni meditar emociones para decidir.

Pusieron un metrónomo frente a ti. Hay ventanas de tiempo para ciertas cosas. Es inevitable. En la esquina, en la niebla amarillenta aparece la pregunta ¿Es a la derecha o es a la izquierda? Ya pasé por esto o tú pasaste por esto.

Crees tener fiebre, los otros se preguntan qué te sucede. Tú sabes que se está quemando. Te repito lentamente: Agua, tierra, aire, fuego. Quémalo!

Estamos mejor preparados que antes para esto; es la respuesta a tu pregunta; la mente ya no nos duele tanto como antes. Al final verás que las brazas no producen melancolía, pero sí una tibieza duradera.

Sabes que tienes que sacar tu rostro al sol. Si te digo que cada texto que escribo es para ti, tú sabes bien que es porque quiero que digas que cada foto de ti, es para mí.

Frente contra frente. No te olvides de respirar. No hagas sangrar tu labio. No mires el fuego. Mírame a los ojos. Sonríe como tú sabes hacerlo.

Camina 49 pasos que yo haré lo mismo.

By Mar Viora



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