Ariadna desea un atajo.

Detrás de esa sonrisa hay algo más. Sonrisa automática. Sonrisa de foto. Ojos sin sonrisa. Ojos de cámara. Fotos como pistas que no llevan a ningún lado. Creaste el laberinto a tu alrededor, Minotauro. Quizás se aprenda algo de siglos de la misma labor. Sentarse a esperar no es para espíritus laboriosos, pero a veces es el camino más corto. 

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