Gente como uno

 

Detrás de los tiros por elevación ocultamos cierto grado de timidez. Mensajes tirados a un mar de anónimos esperando que alguien entienda y nos dé una respuesta. Cuando creemos encontrar alguna respuesta los mensajes disminuyen, las creaciones descansan y no hay tiempo para selfies y fotos de comidas para las redes. El año pasado fue extraño, podríamos haber sacado hasta fotos de nuestros calcetines, pero en vez de eso todo fue detención. Trabajo siempre hay, cosas para hacer siempre hay, pendientes siempre hay, intereses siempre hay.

Te escondes a plena luz del día y dejas que te encuentren en todos los lugares que no son tu casa, de tu intimidad no hay nada, de lo que quieres mandar a decir para que otros supongan está lleno. Que saquen sus conclusiones, mientras tanto te diviertes un poco hasta que las curiosidades ajenas y los comentarios te sacan un poco de quicio y una noche de esas comienzas a borrar cosas de tus redes… “Confunden carácter con mal humor”, tú confundes tu mal humor con tu fuerte personalidad. Sigues siendo como el agua que fluye, eso quieres ser, pero cuando tus obsesiones o tocs o fobias empiezan a aumentar, estas en el borde de ti mismo, mirando hacia abajo, a punto de saltar. Brincas un paso atrás como un gato y sales a la carrera como un caballo. Incluso sabiendo que vas a galopar hasta el próximo borde mueves tus manos, sacudes los dedos y empiezas a tomar impulso. Pura ansiedad. Entiendes perfectamente la contradicción que implica querer esta vida que llevas y desear otra al mismo tiempo, pero ahora los años te enseñaron como bajar los cambios y vuelves a leer de noche, a dibujar, a perder el tiempo en todo eso que te encanta hacer. Siempre habrá algo interesante, Serendipity… piensas.

Te mientes si no reconoces que estás esperando que el juego de las escondidas termine, que te canten “piedra libre” y esa vida común y corriente de un paso al frente. Yo te diría que nunca es tarde porque creo que no es tarde para mí. Si quieres puedo escribirte una ficción donde todo eso pase y podemos hacer de cuenta que es un recuerdo…

Sonríes para la cámara con un gesto estudiado. Cuál es tu sonrisa real, cuál es la expresión real detrás de cada foto. No me recuerdes frases sobre la importancia del momento presente. Eres un planificador en las sombras, entonces como vas a encontrar lo inesperado si en realidad todo es parte de un plan a… cuánto… 5 años? Mas? Menos?

No te confundas, no estoy molesta, solo reflexiono para ti, para que lo veas por escrito. Entiendo perfectamente como se siente ser uno mismo y saber que no haya creación, foto, pintura, escrito… que describa como es uno en la intimidad y cuán lejos se está a veces de ser lo que se parece y a la vez no poder ser de otra manera en público que no sea una especie de charada que te defiende de lo aburrido que en realidad eres cuando estás a solas con alguien… no es que lo crea así, en lo que la gente como uno cree de sí misma. Contestas si te preguntan, opinas si te piden, porque ya no tienes la necesidad de que el resto entienda lo que hay en tu cabeza, entonces usas un disfraz y las fiestas de disfraces son tus favoritas, porque los demás parecen jugar el mismo juego que tú. Lamento decirte que no es cierto y que lo sabes. Lo sientes cuando llegas a casa y te sacas el disfraz. Para los demás disfrazarse es otra cosa.

Te escondes detrás de otros, esos que te conocen y esos que dicen conocerte. Dejas que hablen por ti de como eres. Qué importancia puede tener, siempre habrá curiosos, pero al darle ese poder a otros te quitas poder a ti mismo. Déjalos hablar, dices, deja que opinen sobre cosas de las que no tienen ni idea, dices… pero, cuando sacan conclusiones y hacen suposiciones, tiendes a enojarte y entonces… te sientas a borrar con la mano lo que escribiste con el codo… Porque les diste el poder a otros sobre tu imagen.

Sigues jugando a las escondidas esperando ser encontrado. Aprendiste tan bien a esconderte…

Hay una diferencia entre buscar y encontrar. Tú ya lo sabes. Nadie tiene que explicártelo. No encontraste porque no buscaste, reconoce que no quieres buscar, quieres ser buscado para nunca ser encontrado y seguir diciendo que el destino y tú nunca fueron buenos amigos. Porque cuando alguien te encuentra ya estás arrinconado o cansado de correr. Pero sabes bien que “vacaciones” de ti mismo no es una forma de vida, eso es como enamorarse solo en los viajes, el dulce enamoramiento, pero la vida común y corriente viene después de las vacaciones.

Entonces, puedes planificar que quieres hacer, pero cuando se trata de amor… aunque sabes que no va a funcionar no puedes contra ti mismo, te aferras a tu posesividad y ya sabes lo que pasa después ¿verdad? Intentas ser flexible pero vas contra tu esencia y otra vez… un día de esos… empiezas a borrar el camino de migajas que fuiste dejando… abandonado lugares, perdiendo el interés en ciertas personas y retomando el “spending time” que siempre funciona. Quizás nunca eliges lo mejor para ti sino entre lo que tienes cerca y es confiable, y eso es… sí, seguir jugando a las escondidas, esperar ser encontrado y no buscar.

Pero que puedo decir yo, que doy a entender y tiro por elevación para ver si le acierto a tu diana; que me escondo detrás de las palabras esperando ser encontrada por el rastro de migas que voy dejando sobre un mar de rostros anónimos.

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