Mon Cher
Estabas ahí. Anoche. Estabas en
mis sueños. Me decías “Qué hicimos con
nosotros”. No supe qué contestar. Tenías algo de barba y algo de pancita. No lo
supe entonces. Lo supe cuando desperté y te recordé como la última vez que te
vi. Me mirabas con tus ojos tristes. Me mirabas como siempre miras cuando
hablas de alguien más. Me miraste por primera vez en años. Me miraste como
jamás me miraste a mí. Entonces, en mi sueño, era obvio que fuese de esa
manera. Después, al despertar, fue raro que me vieras de esa manera. Me
pregunté entonces por qué nunca nos habíamos mirado, por qué no nos habíamos hablado
como en mi sueño, por qué no nos seguíamos viendo, por qué no seguíamos siendo
amigos. Te extrañé. Me pareció que entre nosotros existía todavía ese amor del
que hablábamos, ese amor entre seres que se entienden, esa clase de amor que
está más allá. Pero para vos y para mí ese amor es diferente, esa clase de amor
que no es común al común de los seres no hace las mismas cosas, no depende de
lo mismo, no siente igual. Es que nos parecemos mucho en la teoría, pero en la práctica,
prácticamente somos la misma persona, pero en un tiempo diferente y en un
espacio que requiere diferentes espacios.
Comentarios
Publicar un comentario