Nuevos Pendientes

Hace unos días que recuerdo mis sueños todas las noches. Son de esos sueños con personas que conozco y que desconozco, que hablan y hacen cosas y vamos a lugares y cuando despierto tengo la sensación de que si duermo un poco más voy a terminar de entender algo que aún no veo. Hay etapas en las que entre sueños se elabora algo, como un cuadro formándose debajo de las amorfas imágenes que flotan y que, con su lógica onírica aclaran tanto como oscurecen. Buenas ideas salen de los sueños, buenos escritos, la mente sigue trabajando insistente durante la noche, intentando resolver lo irresoluto, lo irresuelto, lo irremediable .Pero hay sueños que impactan y quedan las ganas de seguirlos soñando para ver qué era lo que seguía en el relato; como si fuera un capítulo de una serie que no tienes idea de cuándo va a volver a aparecer. Tengo la impresión de que algo se termina y algo comienza.

Mi mente intenta salir de un lugar para entrar a otro, mis sueños buscan una pista, buscan al conejo blanco para seguirlo, buscan el siguiente giro, la próxima calle…

Sabía que el tiempo no se detenía pero no había tomado noción de eso hasta ahora. Un lugar me lleva a otro tiempo y ese momento a un nombre. El pasado sigue ahí mientras que sus personajes cambian de edad, de pelo, de estado civil, de ciudad, de trabajo…  Mis presentes son cada vez más tranquilos.

No es un solo nombre, es “el pasado que vuelve” y me pregunto si es solo casualidad o una pista. “La máscara ha cambiado, pero como siempre es la única”, la misma. Si estoy por mudarme, estudiar, bajar de peso o ser más rica no es lo importante. Eres tú… el misterio que no se puede controlar, el deseo perfecto de un ser imperfecto. ¿Cruzo o no cruzo? ¿Me quedo a ver si pasas o doblo a ver si te encuentro? Espacio y tiempo. Siempre fue ese el problema y el problema es que todo suele ser cuestión de tiempo y el tiempo suele borrar el rastro de las huellas.

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Quiero tocar interactivamente la pantalla y hablarte como si nada hubiera pasado porque ya ni me acuerdo porque nos peleamos. Quizás yo sea un mal recuerdo y no sé si quiero saberlo, creo que es eso lo que nos inhibe a volver a buscar gente. Ni siquiera recuerdo como era yo entonces, seguro que más enloquecida, siempre estoy más enloquecida en el pasado.