Pan y Circo



… ex quo suffragia nulli uendimus,effudit curas
 nam qui dabat olim imperium
 fasces, legiones, Omnia
 nunc se continet atque duas tantum
 res anxius optat, panem et circenses.
(Juvenal, 100 A.D.)


 El mundo es un circo y la realidad, siempre, un sesgo. Argentina polarizada y enjambres de noteros quiebran su dignidad en pos de una virtualidad de la que (algunos) nos cagamos de risa (porque sino nos queda llorar amargamente). Nos fuimos a los caños, a nivel intelectual, el día que nos creímos que lo que pasa en los medios es la realidad. De todos modos somos una mayoría rehén de un grupo que se divierte viendo como gana una batalla de cortinas de humo maquiavélico con la que unos pocos disfrutan, otro tanto se ponen la camiseta por el mango o por ideologías baratas y el resto padece a pesar de sí mismos y con lo cual vive el día a día sin poder hacer mucho. Good show decía Tato Bores, yo creo que él ya sabía entonces lo que estamos pasando ahora o por lo menos que todo aquello, que se suponía debería menguar, no hizo más que acrecentarse con los años. En medio de esto cada vez es más dificultoso encontrar un punto muerto, un ancla, un asiento entre tanta ineptitud orgullosa, ante tanto creído, ante toda esa gente que se sienta frente a un micrófono y se cree que la tiene clara y es incapaz de dudar de sus propias razones para creer fervientemente (ya de por si “creer fervientemente” en algo debería ser un llamado de atención en cualquier mente lúcida para preguntarse si está en el camino correcto). La gente no duda de sus propias razones, el signo de los tiempos dice que dudar de sí mismo es mala palabra, dudar no es bueno, por ende debe ser malo. Hicimos lo posible para meditar, para tener la autoestima más alta y terminamos con un grupo de perversos al mando, esos que son capaces de vender a su hermana al mejor postor por escalar socialmente; esos que, feroces, se creen que hacerse el boludo cuando se maltrata a alguien se parece a ser buena persona, esos que hablan pestes y difaman conjugando potenciales para que no les lleguen las cartas documento pero siguen sembrando la cizañoza duda y creyendo que los que los escuchan no van a darse cuenta que están llenos de mierda, creen realmente que los que los escuchan van a seguir su dudoso razonamiento y van a elevarlos como descubridores de una verdad revelada, cuando todos sabemos que son simples carroñeros sicarios sin moral ni valores a no ser que les toquen su propio y amado ojete, y entonces ahí sí que su inteligencia se pone en pos de una causa más grandilocuente, no grande, solo “aparentemente” más grande si les conviene; por qué para qué está la inteligencia si no es para hacerle creer al resto que uno es una persona justa, recta y políticamente correcta ¿no? La honestidad intelectual es una frase usada mal y a destiempo por un grupete que se cree dueño de la verdad. ¿No les dijeron en primer año que la verdad es verdad a medias? ¿Qué no existe una sola verdad? ¿No implicaba eso que uno puede creer algo y que alguien más puede creer otra cosa y no por eso está herrado? La filosofía barata era mejor en boca de Charly, era Light, tenía zapatos de goma y era una verdad negada pero sabida. “Esta mentira que te hace feliz” y no daña a nadie, ya no existe. Todos mienten. Tienen sus razones: proteger su privado, minúsculo y estático lugar en un mundo que se mueve incesante y febril. ¡Despierten! Hice lo que pude no va a ser una respuesta cuando te vengan a preguntar donde estabas y que hacías cuando el mundos se vino abajo porque a nadie le importó que el planeta era comandado por una especie de monos con navajas tecnológicas. Este individualismo a ultranza es el que nos va a aniquilar como raza. Decí que parece que las cucarachas sobreviven a todo, quizás si creo en la reencarnación elija ser cucaracha… o rata… aunque la verdad preferiría ser un gato de metal.

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